sábado, 12 de diciembre de 2009

Los abrazos rotos


En esta película, Almodóvar está tapado bajo varias capas de pudor (¿pudor es la palabra?). Pienso que el miedo le cortó la inspiración para escandalizar. Su deseo de ganar un Óscar, calmó los arrebatos de excentricidad del director.
No hay ¡SEXO!, hay sexo, a secas. Tampoco hay travestis, ni cabida para el incesto, la violación y la muerte. Homosexualidad, sí, claro, es Almodóvar.

Penélope Cruz es la musa de todo el filme. Su belleza física está explotada al máximo. Almodóvar la desnuda, en cuerpo y alma, para dar volúmen a una mujer atrapada en una relación sin amor. Su héroe, el guionista y director, el hombre que la ama sin límite, está encarnado de forma brillante por el actor Lluís Homar.

Algo que sorprende es la secuencia musical con el tema de Cat Power. Escuchar una canción en inglés no es propio de las bandas sonoras de Almodóvar. Por eso, parecería que la seductora voz de Power lo hipnotizó, al punto de hacerla protagonista de un momento clave en la historia.

Conlusión: Los abrazos rotos, no me recuerda a Pedro.

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